 Historia
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Es una locura intentar recordar los inicios del DCC (control de comando digital). El libro 'The Digitrax Big Book of DCC' comienza muy pronto con el tren de madera: 'Cuando tirabas de la cuerda, el tren se
movía. Cuando dejabas de tirar de la cuerda, el tren se paraba. Cuanto más se tiraba de la cuerda, más rápido se movía el tren'.
El libro continúa diciendo que a mediados del siglo XIX, las locomotoras de cuerda o de vapor no sólo podían circular en una dirección. Incluso se lograba un automatismo si se podía detener o invertir el sentido
de marcha mediante levas en las vías.
También es posible accionar mecánicamente un interruptor en el último vagón de un tren,después de que haya pasado, lo que conduce a un cierto grado de automatismo. Todo esto, por supuesto, mientras
dure la fuerza del resorte o la presión del vapor. El almacenamiento de energía dentro de la locomotora, que es necesaria para las operaciones, aún no puede controlarse desde el exterior.
A inicios del siglo XX, las maquetas de trenes comenzaron a utilizar electricidad. Al principio y durante mucho se utilizaron baterías. Una vez unificados los anchos de vía de los distintos fabricantes y resueltas
otras incompatibilidades, es posible reproducir bien ciertas operaciones de los prototipos. Los interruptores y las señales, sin embargo, siguen siendo mecánicos, pero el movimiento de los trenes se puede
controlar completamente desde el exterior.
Por supuesto, la duración de la diversión es limitada, los trenes largos tampoco son posibles debido a los altos precios de los vagones metálicos y al pequeño tamaño de los trazados, que normalmente sólo se
arman para ocasiones especiales. Para los trenes extralargos, también es complicado el hecho de que no es tan fácil acoplar dos locomotoras que trabajen uniformemente una detrás de la otra y entonces
conseguir así el doble de potencia de tracción.
Entonces se pasó de los juguetes a las maquetas de trenes. Las primeras maquetas más grandes y con escenarios más realistas fueron posibles gracias a los ferrocarriles eléctricos. Sin embargo, algunas
maniobras sólo podían realizarse en determinadas partes del trazado. Todavía no existía un sistema de control general en este sentido.
Las primitivas opciones de configuración, por ejemplo la velocidad del tren, se sustituyen en los fabricantes más avanzados por el control con transistores. Así, por ejemplo, se consigue un frenado y un
arranque más realistas de los trenes. Los interruptores y las señales se controlan eléctricamente, estos últimos con el control del tren.
Las primitivas opciones de configuración, por ejemplo la velocidad del tren, se sustituyen en los fabricantes más avanzados por el control con transistores. Así, por ejemplo, se consigue un frenado y un
arranque más realistas de los trenes. Los interruptores y las señales se controlan eléctricamente, estos últimos con el control del tren.
No fue hasta los años 80 del siglo pasado cuando se introdujo la electrónica digital en las maquetas de trenes. Incluso antes de eso, había mucha electrónica en las maquetas de trenes, siendo quizás el
ejemplo más sencillo la conmutación blanco-rojo de las luces exteriores. Típico de la época anterior es la cantidad de cables, que puede reducirse significativamente con el uso consecuente del proceso digital.
Inicialmente, el despliegue apresurado de la digitalización se opone a acordar estándares comunes. Esto no ocurre hasta más tarde, lo que significa que muchos sistemas de control y decodificación adquiridos
demasiado pronto, quedan obsoletos rápidamente a pesar de los altos costos. Hoy en día, todo está razonablemente regulado, e incluso ha dado un gran paso adelante gracias a las ampliaciones compatibles.
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