Mientras que el freno accionado por electricidad no aparezca en el mercado, se equipan los turismos con frenos hidráulicos. La fuerza del pedal de freno que con
frecuencia se tiene que reforzar, se transmite con líquido de freno sobre los cilindros de freno. Para proteger mejor la transmisión hidráulica contra fugas se necesitan dos
circuitos de freno de forma independiente.
La fuerza del pie directamente o reforzada genera presión |
La presión se genera completamente o por gran parte con la fuerza del pie. Esta afecta sobre la mecánica al primer embolo del cilindro maestro y sobre la hidráulica al
segundo. La presión que se produce con ello, se reparte de forma uniforme a través de tuberías metálicas y mangueras finas hacia los cilindros de freno individuales. En
la mayoría de los vehículos, suministra el motor sobre la presión del conducto de admisión o a través de una bomba impulsada por el motor, la entrega de fuerza de apoyo
sobre la neumática o hidráulica para reforzar. Empezando con el sistema de antibloqueo del freno existen hoy en día una amplia variedad de sistemas electrónicos para
el control del freno hidráulico.
Delantero/trasero o cruzado |
Ya sólo existe la distribución de freno por circuitos separados delantero-trasero o en diagonal. En la primera opción (Fig.1) se prevé un circuito de freno por cada eje. Una
avería sobre el circuito delantero resulta como una desventaja principal al no tener suficiente fuerza de freno sobre el eje trasero. La ventaja es que la fuerza de freno del
circuito trasero se mantiene de todas maneras cuando se sobrecalienta el circuito delantero. La fuerza de freno es con la distribución en diagonal (Fig. 2) exactamente
igual de repartida. Pero aquí es posible de que el vehículo derrape hacia el lado donde el freno delantero aun afecta. Esto se puede compensar por ejemplo sobre el
radio negativo de la rueda direccional, el que fue introducido al mismo tiempo con la
distribución en diagonal en muchas marcas.
División en diagonal -> División K (DIN 74.000) |
Un tiempo muy corto, por ejemplo, en el Volvo y el Rolls Royce, había otros sistemas que tomaron en cuenta los requisitos de seguridad especiales de los clientes. Sin embargo, un sistema de dos circuitos era
necesario para el eje delantero. Por lo tanto, no sólo era necesario un cilindro de freno principal en tándem, sino también el pistón doble fijado en los frenos de disco delanteros. Puede reconocer estos vehículos en
las mangueras de freno dobles que conducen a cada una de las dos ruedas delanteras. Otro ejemplo es el primer modelo Mercedes G. Con la introducción extensiva del ABS, estas particularidades (también con
Rolls Royce) han desaparecido porque habrían significado un esfuerzo considerablemente más alto. 02/08