El etanol (alcohol) como combustible para el vehículo existe tanto tiempo como el mismo motor de combustión. Ya los primeros prototipos marcharon con ello. Con los automóviles de competición antiguos se lograban con esto éxitos al combinar mezclas con los combustibles fósiles. Esto apunta a una ventaja del etanol, al tener una proporción mucho más alta de octano, teniendo en cuenta que se pueda acomodar el motor a la correspondiente compresión y otras áreas reconocidas del motor, para obtener de este un rendimiento mucho más alto. No obstante consumiría el motor de 20 a 30% más, porque el etanol contiene un tercio menos de energía. Se debe tener en cuenta que esto es sólo para los sistemas monovalentes. Si el motor tiene que marchar al mismo tiempo con gasolina, es el cambio mucho más difícil. 06/08